martes, 20 de octubre de 2020

El mundo (me) ha cambiado

El mundo ha cambiado. O yo. No sé.

Los días duran cada vez menos y yo me despierto cada vez antes. Las noches son más frías, pero con la calefacción yo las paso más caliente. 

Las gotas de agua que se colaban por las grietas de la cueva que era mi corazón han desaparecido al llegar la lluvia otoñal. Sin embargo, jamás había sentido tan fríos y húmedos los huesos y la piedra de estas calles de mi cuerpo. Hoy sopla el viento en esta mi ciudad.

La tierra se acerca al punto más alejado de sol como yo me siento más alejado que nunca de aquello que quiero tener conmigo. Aquello que se fue volando  una vez y no he vuelto a ver. Parece que hoy las nubes pasan más lento.

Pienso que ya no soy el de antes, pero no sé quién más puedo ser. Vivo como en otro lugar, pero con las mismas personas, tengo otros hábitos y percibo las cosas de otra manera. Sin embargo, no puedo evitar sentirme el de antes. Soy yo unos ratos, pero otros no sé. Hoy el el tiempo pasa como más despacio.

Ojalá ser un pájaro. Dicen que ya no migran como antes: unos van más lejos y otros paran a mitad de camino. De cualquier manera ven más mundo que el que yo he visto, pero ojalá menos que el que veré mañana. Porque si algo tengo claro es que, si aunque volar no puedo, caminaré hasta alcanzar el cielo...

Quizá el mundo siga siendo el mismo, al fin y al cabo la tierra sigue dando vueltas y yo sigo sin ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario