domingo, 24 de noviembre de 2019

Cuenta - Mm J19. 11-24


Cuenta cuántas cosas cuentas,
cuenta la gente a la que lo cuentas.
Cuenta tus pecas y mis lunares,
yo contaré nuestros versos a pares.

martes, 15 de octubre de 2019

Me gusta cuando quemas - Mm L19. 10-14

Me gusta cuando quemas
porque te siento cerca,
me gusta que me grites
porque veo que te importo.

Me encantan tus enfados
y verte esa locura
brillando en los ojos.

Me gusta sufrir contigo
y me encanta la tortura
a la que me tienes sometido.


Cuando no siento tu aliento
serguirme en la noche,

martes, 6 de agosto de 2019

Relatos confusos: una moneda en el bebedero

Hace mucho frío y apenas puedo ver. Estoy llegando a casa a las tantas. Me estremece el sonido de la llave entrando por el cerrojo. Clac, clac, clac, clac. Giro la llave, pero no sin antes darme cuenta de que puedo sentir el viento pasando por el hueco de debajo de la puerta. Debí de dejarme alguna ventana abierta.

Una vez dentro apago la luz, que estaba dada, localizo la ventana y bajo la persiana, pero no del todo. Me gusta el silbido del viento al filtrarse entre sus huecos.

Sin motivo aparente, un libro cae al suelo y de inmediato escucho unos pasos apresurados que se acercan por el pasillo. Un día este gato me matará de un susto.

jueves, 25 de julio de 2019

Análisis breve sobre el cuerpo

El cuerpo humano nos permite captar gran parte de nuestra realidad a través de los sentidos. Vivimos nuestra vida dentro de él, sin embargo aún siendo inherente a la vida, no todas las partes que lo conforman son necesarias para continuar vivos, y mucho menos irreemplazables. Aunque si bien hay órganos o miembros que la medicina actual puede transplantar,  las cosas se complican más al llegar a la zona de la cabeza y sus alrededores.

He aquí el lugar que aloja a nuestra mente y el que, probablemente, albergue a nuestro Ser. Sin embargo, esta es otra cuestión diferente, pues habite donde habite el verdadero Yo del cuerpo, éste parece tener gran importancia para ciertas religiones, sistemas sociales o culturas, y no tanta, o ninguna, para otras. Así mismo, una persona con muerte cerebral pierde —al menos aparentemente— su Ser, pero los cuidados médicos precisos puede conservar su cuerpo con vida. De esta manera el cuerpo no seria tan innato al Ser como lo es a la vida.