viernes, 28 de octubre de 2022

La campana de vidrio: ella

Esa noche ella vestía sobre su vestido blanco una campana de vidrio que la protegía, como a aquella rosa en aquél cuento. Aunque te hubieses encontrado a su lado, ese día te habrías sentido lejos, solo y aislado.

Podrías haberla visto, admirado e incluso rezado, como a la diosa que fue en su momento y en su tierra, siendo musa de tantos y eternos relatos. Sí, aquel tiempo fue real y bello como la primera lágrima tras el primer amor.

Esa noche ella no andaba, sino fluía entre el mar de gente perdida que la mecía de lado a lado y que como ella, buscaban aquel algo que nunca habían llegado a conocer. Un algo que los sacase de la corriente y los entregase de nuevo a la orilla.

martes, 4 de octubre de 2022

Crónicas felinas – Mirri

La mejor parte del embarazo son los mimos de mi humana, porque bueno, yo siempre estoy mimosa, pero ahora más. Lo que pasa es que ella vive con unas bestias de esas a las que llaman perros, no puedo ir a vivir con ella, pero desde que le dije que estaba embarazada, viene a verme siete o trece veces al día.

Cuando llega a mi casita hago que se siente en mi silla favorita y me tumbo en sus piernas. Da igual en que postura me ponga, ella sigue acariciándome el cuello, la espalda o la tripa. A veces, le clavo las garras un poquito, por la emoción del momento. Es muy gracioso como se sobresalta y empieza a blasfemar, pero nunca deja de atusarme. La tengo muy bien educada.

Además, últimamente pone voz de pito al verme. No sé por qué lo hace, estará en celo o