martes, 15 de octubre de 2019

Me gusta cuando quemas - Mm L19. 10-14

Me gusta cuando quemas
porque te siento cerca,
me gusta que me grites
porque veo que te importo.

Me encantan tus enfados
y verte esa locura
brillando en los ojos.

Me gusta sufrir contigo
y me encanta la tortura
a la que me tienes sometido.


Cuando no siento tu aliento
serguirme en la noche,
temo haberte perdido,
temo no haberte conocido.

Entonces me agobio y
pienso que todo esto
es mentira o que
simplemente no ocurrió.

Me da vueltas la cabeza…
¡No veo nada!
¡Escucho solo truenos!
Me empapa la lluvia

que cae con tus recuerdos.
¿Es este mi sino?
Hoy no me estás quemando.
Hoy no siento mi cuerpo.


Añoro las tardes
de dolores de cabeza.
Añoro las risas
impregnadas de crueza.

Lo añoro todo…
Lo malo,
lo horrible
y lo peor.


Quiero que vuelvas,
que traigas contigo
toda esa indiferencia
toda esa desgana y apatía,

pero sobre todo
llega dispuesta a demostrarlo.


Tú,
que te haces llamar vida.
Tú, que te llevas lo que traes
sin preguntar siquiera.

¿Como te haces llamar dadora
si al final todo lo tomas?
No dejas nada,
siquiera una huella.

Nos tienes en son de tu merced
y aún siendo tan obvio,
no permites que nos demos cuenta.


Querida vida,
Gracias por quitarme tanto,
por todos esos malos momentos
y hasta por las pesadillas

que tenía de niño
y tan mal me lo hicieron pasar.
Gracias por todas esas fobias
tan infundadas e irreversas

por las que a día de hoy
me cuesta levantarme.
Espero que andemos siempre a palos,
porque ni a palos aprehenderé.

Espero, vida, continues igual.
Róbame todo lo bueno,
todo lo bonito y lo singular,
pero, por favor, que sea sin saludar.

Adiós, vida,
espero vernos pronto
y en un mejor lugar.


Mm L19. 10-14

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