miércoles, 8 de abril de 2020

El tiempo

El tiempo nos permite apreciar la vida, pero también es quien nos la quita, quien nos aleja de momentos pasados, sean buenos o sean malos. Es una gran mentira que lo cure todo, pues nos mata de pura existencia y supervivencia.

El tiempo es esa fuerza imparable de la naturaleza que tiene por propósito único dar inicio, existencia y fin a las cosas. Pretende ser una ley en el caos de partículas al que llamamos universo, ser una constante, una invariante, un clavo al que aferrarse, aunque arda.

Da y quita a destajo, sin pudor o miramiento alguno. No entiende de abusos o justicia, sino de principio y final. Nada se le escapa al tiempo. Ni la materia ni los sentimientos. Todo en este mundo padece su paso, por eso es que lo apreciamos tanto.

Cada segundo que pasa es un segundo menos que perder. Cada segundo que pasa es un segundo menos que aprovechar, un segundo menos que disfrutar, uno menos que vivir, que sentir… Un segundo no es nada, pero lo es todo. Es un instante más en compañía de esa persona, un momento más de esa satisfacción maravillosa que tanto te llena.

Los segundos componen los minutos que forman las horas que se agrupan en los días en los que transcurre tu vida. Si eso no es importante, dime tú qué lo es.

Sé que no es posible controlar el tiempo, pero también que es relativo. Un instante puede ser tan eterno, como un año de tu vida puede pasar más rápido que un parpadeo. Toma cada fracción de tiempo y quiérela como si no hubiera otra después. Quizá así, mañana, no lamentes en pasado y lo veas como lo que fue: algo irrepetible y maravilloso que solo te trae orgullo y felicidad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario